Los títeres, el teatro guiñol y las marionetas promueven la creatividad y la imaginación de l@s niñ@s, y los hacen disfrutar de maravillosas historias
¿Desde cuándo hay títeres y marionetas?
Sus orígenes se remontan a la Edad Media cuando en mesones, mercados y plazas, había representaciones de títeres y marionetas. Las marionnettes à la planchette fueron inventadas por músicos franceses del siglo XVI, donde el músico movía las figuras sostenidas por un hilo. Así los hacía danzar y, al mismo tiempo,8 tocar algún instrumento (como la gaita o el tambor).
Los títeres eran apreciados por toda clase de público, incluso los más refinados. Por ejemplo, en el Siglo de Oro en España los reyes y aristócratas hacían ir a los titiriteros a sus palacios.
Los titiriteros no tenían un texto memorizado, improvisaban de acuerdo al momento. Uno de los personajes más populares de la época era Cristobita, también llamado Polichinela, y don Cristóbal. Eran conocidos también como los Títeres de Cachiporra, porque el ingenioso Cristobita, al finalizar la obra sacaba su mazo para darles porrazos a los otros personajes.
Sin embargo, estos títeres eran oscuros y marginales, Por ello, a principios del siglo XIX, en la ciudad de Lyon, surge “Guignol”, que representa lo que hoy conocemos como teatro guiñol.
Guignol, un títere de guante considerado el muñeco más popular de Francia y del mundo
Laurent Mourguet, fue el creador de estos personajes coloridos que usan el lenguaje lyonnais (francés de Lyon) y expresiones simpáticas para criticar la injusticia social.
La personalidad de Guignol es la de un joven obrero lionés, sonriente, amable, impulsivo y respetuoso y felizmente casado. Le gusta la fiesta y hace de la amistad su mejor estandarte. Viste una levita, un bonete con una fina trenza y lleva un garrote.
Acompañando a Guignol está su camarada Gnafron, un alegre personaje que bebe Beaujolais. Sus palabras siempre están llenas de sentido común y, hasta cierto punto, filosóficas. Gnafron calma la impaciencia de su amigo y le gusta ir de fiesta con él. Tiene la nariz y las mejillas enrojecidas y además viste un delantal de cuero y una boina.
Madelon es la esposa de Guignol; una ama de casa fiel a su marido. Frecuentemente está nerviosa y su esposo se burla de su espíritu gruñón. A diferencia de Guignol, a ella casi no le gusta la fiesta. Usa un gorro, un vestido de lana (generalmente floreado) y un delantal.
Los personajes “malos” de la historia son el juez y el gendarme. La representación termina siempre con los garrotazos que Guignol y sus compañeros dan a los representantes de la ley y el orden, para divertir al público.
Las decoraciones del pequeño teatro son lugares típicos de la ciudad de Lyon. Entre ellas se destaca el café du Soleil, en la Place de la Trinité.
Los títeres en México
En México, la tradición de los títeres surgió con la llegada de los religiosos europeos, que vieron en estos espectáculos la posibilidad de la evangelización, contando historias ejemplares en las representaciones.
En Tlaxcala se encuentra el Museo Nacional del Títere Roseta Aranda, en Huamantla. Algunos de los títeres son de una colección de los hermanos Rosete Aranda y forman parte del acervo cultural mexicano. Tal es el caso de “El vale coyote”, “La Parrasconcita” y “El pilluelo dinamita”.
Para estas vacaciones podemos aprovechar y crear un teatro de títeres en casa usando calcetines viejos y guantes. Si se dispone de una máquina de coser se pueden crear algunos de los personajes favoritos con fieltro. Y luego pasar grandes momentos en familia.
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