En México solamente fue diagnosticado el 5% de la población de niños sobredotados. ¿Cuáles son los riesgos que corren al no ser detectados como tales?
Se estima que en el país hay un total cercano a 1 millón de menores sobredotados, lo que equivale al 3% de la población total.
¿A cuáles niños se consideran genios o sobredotados?
Un niño sobredotado es todo aquel que obtiene más de 130 puntos en los test de Coeficiente Intelectual (IQ), según los estándares que establece la Organización Mundial de la Salud.
El problema consiste en que, en México, sólo el 5% de ellos ha sido diagnosticado. Lo que hace un total de solo 11 mil niños del millón de sobredotados.
¿Por qué es tan importante identificar a estos niños?
Si no se identifican a los niños genio, se pueden perder muchas de sus capacidades, porque necesitan un seguimiento psicoeducativo que los ayude a maximizar su potencial.
Pero también, si no se los detecta, el país corre el riesgo de perderse de aprovechar sus increíbles capacidades y contribuciones. Ya que, en ese caso, es muy posible que emigren del país.
“Es que la mayoría de los niños sobredotados, eventualmente podrían perder sus increíbles capacidades cognitivas. Pero existe otro escenario igual de grave: más de la mitad podrían emigrar del país, por lo que México perdería un tesoro irrecuperable: las personas con las mentes más brillantes (futuros científicos, emprendedores o directores de empresas, cuyo talento sería aprovechado por otros países).»
Dr. Almazán Anaya
Por otra parte, según las investigaciones del CEDAT, el 93% de los sobredotados son confundidos con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Eso trae como consecuencia que el 98% de los niños sobredotados se pierdan por cada generación.
Pero, si se realiza un diagnóstico correcto, se puede evitar desperdiciar el potencial de estos niños y que sufran el rechazo social y la discriminación por ser diferentes.
¿Cómo detectar a un niño con estas características?
La Misión del Centro de Atención al Talento (CEDAT) consiste en brindar una atención de excelencia con un enfoque multidisciplinario a los niños y jóvenes con sobrecapacidad intelectual en México. Es un organismo modelo a nivel mundial, para el diagnóstico y el seguimiento psicoeducativo de menores sobredotados en México. Y cuenta con más de 15 baterías de pruebas de coeficiente intelectual, para medir la inteligencia de niños desde los 2 años hasta los 20 años de edad.
El Nuevo Perfil del Niño Genio Mexicano
El Dr. Andrew Almazán Anaya es Director de Investigación del CEDAT y sus numerosos estudios, suman un total de 8 títulos universitarios*. Cuenta, además, con un Certificado de Harvard University en Educación Diferenciada, y es Experto en Detección y Atención en niños del Trastorno en Déficit de Atención e Hiperactividad por la Harvard Medical School.
El Dr. Almazán Anaya enuncia las características que usualmente conforman el Nuevo Perfil del Niño Genio:
- Es hiperactivo, lo que disminuye si se le presenta una tarea de su interés.
- Tiene un rápido aprendizaje.
- Es distraído (debido a la hipersensibilidad de sus sentidos), aunque tiene una gran capacidad de aprendizaje sin prestar atención.
- Interviene en pláticas de adultos y las comprende.
- Le gusta conversar con gente mayor que él.
- Continuamente arma objetos o estructuras.
- Tiende a querer imponer sus reglas.
- Es emocionalmente sensible.
- Posee una baja tolerancia a la frustración. Esto le genera una búsqueda constante de lograr conseguir sus objetivos.
¿Cuál es la responsabilidad de los los padres?
Basándose en el Perfil del Niño Genio, a los padres de familia les será más sencillo identificar las características intelectuales y emocionales que definen a esta minoría. Para poder determinar un posible caso de sobredotación en su entorno familiar.
El paso que sigue consiste en comunicarse con el CEDAT, a fin de concretar una entrevista.
Es importante tener en cuenta que cuanto más temprano se actúe para detectar a un niño genio, se pueden esperar mejores resultados.
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*Entre ellos se destacan una Maestría en Psicología (Universidad de Harvard), una Maestría en Administración de Negocios (Universidad de Yale) y un estudio de Nanotecnología Médica (Universidad de Oxford).
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